Ignacio de Arteaga acudió a Madrid y pronto entró en la Corte siendo elegido, con 25 años, como Gentilhombre de la Real Cámara de Carlos III.
Contraerá, ese mismo año, matrimonio muy ventajoso con María Ana Palafox Rebolledo y Silva, hija del marqués de Ariza, cuya familia se contaba entre las más cercanas a la Real familia.
Miembro de la camarilla más cercana al Príncipe de Asturias le apoya en el Motín de Aranjuez.
De modo inmediato, el ya Rey Fernando VII le designa su Sumiller de Corps en lugar de su cuñado, el marqués de Ariza, que lo era de su padre, acompañándole a Bayona.
A su regreso a España, en 1814, pedirá ser relevado de su puesto alegando su delicada salud.