Ignacio Balcells Eyquem

Fue profesor titular de diseño gráfico en la misma universidad durante largos años, cofundador de Amereida y poeta residente de la Ciudad Abierta; y más tarde poeta extranjero en París y poeta navegante en muchos mares del mundo.

Además de sus propias obras literarias, tradujo a Coleridge, R. L. Stevenson y a Louis René des Forêts, entre otros grandes poetas.

Desarrolló una escritura intimista, una prosa poética llena de mitologías universales.

antes de separarse para siempre tú y tu prójimo tú y el cachalote cruzan una mirada viva cuando al salir por su boca después de un viaje oscuro descubres que te ha traído a la patria de tu prójimo Oh giba eminente del mar Dios quiera que al socaire tuyo yo tenga la rara aventura de vivir hasta mi misma hora de estar cuando me toque la muerte y de resucitar un lunes cualquiera con los míos los otros los perros las tiatinas los pinos las gaviotas el monte las nubes los vientos y la mar que me tuvo en vida Una vez que Balcells murió, los pescadores de Quintay, localidad a la que dedicó el también bellísimo libro "El tiempo en la costa" [3]​ no podían creerlo.

Con su casa, en una puntilla que le daba la vista de la ballenera y la caleta por un lado, y de la playa por otra, ya se habían acostumbrado a ver su luz encendida en las noches, guiando su retorno.