Iglesia del Sagrado Corazón (Bilbao)

El arquitecto, José María Basterra y Madariaga, muy activo en la erección de edificios diocesanos en su Bilbao natal, se decantó por un estilo neogótico libre, manifestado en el empleo mixto de piedra y ladrillo caravista en la fábrica exterior, creando un llamativo contraste, y en la profusa decoración del interior, con la aplicación sistemática de policromía de tonos vivos y cálidos a paramentos, arcos y bóvedas, lo que le confiere al templo un aspecto de cierto exotismo oriental.

La fachada principal se ordena en tres niveles y, en el eje vertical, en tres calles; en el centro, sobre una galería decorativa de arquillos trilobulados, entre cuatro pilares aciculares y bajo un remate triangular a modo de frontón que separa los arranques de las torres, se abre un ancho rosetón.

La planta consta de tres naves, siendo la principal más ancha y alta que las laterales.

El edificio carece de crucero y su cabecera acaba en un ábside heptagonal.

El retablo mayor, dedicado al Sagrado Corazón, está flanqueado por los altares laterales del Cristo de la Agonía y de la Sagrada Familia.

Aspecto de la nave principal y la cabecera