En su interior, los tres altares son también de piedra caliza tallada, y fueron pintados originalmente en colores brillantes.
Exento al edificio principal se encuentra la torre del campanario que consta de tres pisos.
Se conservan las ruinas del antiguo convento con su pozo ovalado y horno panadero.
La victoria española sobre las fuerzas marroquíes en la batalla de Tetuan fue tallada sobre un frontón desproporcionadamente grande.
[3] El mural de bajo relieve representa la victoria relatando aquel momento cuando caballería e infantería rompen la defensa marroquí.
Esta iglesia acoge a los vecinos de San Joaquín durante la Segunda Guerra Mundial.