El segundo cuerpo, de menor altura que el primero y circuido por una baranda de hierro que asienta sobre un estrecho andito, acoge tribunas entre los espacios dejados por los machones, comunicándose todo el conjunto por estrechos pasos abiertos en estos.
El ritmo vertical impuesto en el primer cuerpo por las columnas corintias pareadas se mantiene en el segundo, pero cambia radicalmente la composición de sus intercolumnios.
El tercer cuerpo, tras el que se voltea la cúpula, sigue guardando una proporción y una distribución similares a la del Panteón.
De la cornisa del tercer cuerpo arranca la cúpula semiesférica marcada con su intradós por veinte nervios pareados.
Exteriormente la cúpula presenta en su base un perfil alabeado apoyando sobre tambor circular de escasa altura.