Actualmente alberga el archivo parroquial y un museo de arte sacro.
La portada principal es un bello ejemplar del herreriarismo, infrecuente en la arquitectura valenciana.
Un terremoto en 1748 la dañó gravemente y quedó oculta por las modificaciones del siglo XIX.
La iglesia propiamente dicha es de una sola nave, orientada su cabecera hacia el sur, con ábside ochavado.
Sobre la bóveda de crucería existe una armadura de madera formada por diecisiete cerchas o cuchillos, que están formados por pares con un puente, tirante y pendolón, a los que se han añadido numerosas tornapuntas o apeos de diversas formas, pero fundamentalmente y sistemáticamente apean los pares sobre el tirante.
En el segundo cuerpo, en orden jónico, se sitúa una ventana rematada por frontón curvo partido que queda albergada entre columnas que soportan un frontón, a los lados se sitúan obeliscos de gran esbeltez rematados por bolas.
Se accede a ella por la cabecera y por la capilla de la comunión.
Se cubre con bóvedas de cañón con lunetos en las naves y cúpula con linterna en el crucero.
El pavimento, que es el original, conserva un solado de azulejería con motivos naturalistas.
La fachada principal se dispone a los pies, quedando rematada por una cornisa curvilínea, resolviendo la esquina con la calle Ossa de la Portilla mediante una torrecilla-espadaña cubierta con cúpula.
En la parte superior se abren cuatro vanos, uno por lado, enmarcados exteriormente por doble apilastrado toscano y que alojan las campanas.