Iglesia de Santa María la Real (La Hiniesta)

El monarca, tras ir a recoger una perdiz que había sido abatida por su halcón, se encontró entre la retama o hiniesta una pequeña imagen de la Virgen.[2]​[3]​ Trasladada la imagen a la iglesia de San Antolín, el rey dispuso que se construyera un templo en el lugar de su aparición y que en sus alrededores se creara una población.Su obra fue dirigida por el maestro cantero Pedro Vázquez, a base de sillares bien labrados.Del conjunto monumental, destaca sobremanera la portada y el atrio meridional que la confiere la categoría de obra maestra, cubierto con un gran portal del tiempo de los Reyes Católicos.Sobre ella, el tímpano de arco apuntado, cobijado por cuatro alquivoltas.