Basílica de Santa María (Alicante)

En 1248 fue purificada por el rey Alfonso X el Sabio en su segunda estancia en Alicante y fue dedicada a santa María de la Asunción.

[2]​ Durante la guerra civil española, sufrió un asalto en el que fue mutilada una imagen de la Inmaculada del siglo XVIII y se destruyeron su órgano y su pila renacentista, realizándose a continuación una gran hoguera en la plaza adyacente con algunos de sus altares.

La portada es una hermosa muestra del barroco, siendo el conjunto escultórico obra de Juan Bautista Borja.

En enero del año 1795, Nicolás Scorcia y Ladrón, tras recibir el Condado de Soto Ameno por parte del rey Carlos IV, decide conmemorar esa fecha con la estampación de la Inmaculada Concepción existente en la puerta principal.

En este grabado aparece la Inmaculada enmarcada en una profusa rocalla rococó, muy propia del recurso estilístico vigente de la época de su ejecución (barroco tardío-rococó), el marco en la parte superior presenta una cartela con texto religioso en latín.

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