El templo, de factura moderna, fue construido entre 1947 y 1953 por el arquitecto Juan Crisóstomo Torbado a iniciativa del obispo de León (entre 1944 y 1970) D. Luis Almarcha Hernández.
Esta portada, preservada así de su segura destrucción, fue desmontada y vuelta a montar para integrarla en la fachada principal del nuevo templo, con un resultado bastante armonioso.
Concebida a modo retablo, la vieja portada monacal consta de tres cuerpos, de anchura descendente: el primero presenta cuatro columnas de orden jónico sobre pedestales, con hornacinas aveneradas en los intercolumnios de los lados; el segundo cuerpo reproduce la tipología del primero, salvo que emplea el orden corintio, destina una tercera hornacina a la calle central y decora los extremos con sendos aletones, a modo de frontones semicirculares partidos; el cuerpo superior es un remate consistente en dos frontones semicirculares y, a modo de coronamiento central, un escudo.
De ellas, una corresponde a la antigua sala capitular del monasterio y otra al refectorio.
Del mobiliario interior se citan dos retablos modernos de estilo neo-plateresco.