Iglesia de San Blas de Nicoya
En su construcción se usaron piedras para las paredes y tejas para el techo (probablemente el templo era parecido al actual).A finales del siglo XVIII hubo un incendio en el pueblo de Nicoya, a consecuencia de ese incendio se perdieron valiosos documentos que guardaba la iglesia.[2] Tras el terremoto de 1822, se intentó redificar un tercer templo, utilizando los cimientos del anterior, pero la construcción no se finalizó por falta de fondos y por el daño de un nuevo temblor en 1826, lo cual obligó a que se reiniciaran las obras, construyendo en 1827 el templo que conocemos hoy en día (con algunas variaciones en su espadaña, -siendo antes algo triangular-, por culpa del terremoto de 1900), hecho con calicanto, que aún guarda reliquias y conserva los cimientos del anterior.[2][1] Éste templo sobrevivió a varios temblores, como el de junio de 1900, que le causó grandes daños materiales, siendo necesario realizarle grandes reformas al templo, luego, entre 1950 y 1952 otros temblores afectaron al edificio,[2] por lo que planearon una demolición que no se llevó a cabo gracias al disgusto de los vecinos, el terremoto de Sámara del 2012 volvió a dañar la estructura, resquebrajando la bóveda, las paredes y su espadaña, obligando su cierre temporal al público.En 2012 se encontraron alrededor de 154 personas enterradas entre los años 1600 y 1813, ya que en ese tiempo no existían los cementerios y era común enterrar a las personas en templos.