La portada, del siglo XIII, está compuesta por cuatro arquivoltas.
Los canecillos que sujetan el alero del tejado son lisos, excepto uno de rollos.
[6] En origen el retablo estaba formado por ocho tablas, pero una de ellas se perdió.
[8] Los colores son planos, los dominantes son el rojo bermellón y alguna variante del azul ultramar, colores que se usaban, con preferencia, en esta época con la técnica del temple al huevo.
[9] La disposición de las figuras está inspirada fundamentalmente en composiciones flamencas del siglo XV.
La obra de Robert Campin es un referente importante para este taller.