A cada lado del arco se encuentran dos pilastras dobladas y cajeadas.
Varios pastores se adentraron en ella, localizando una talla de la Virgen sobre un tronco.
[1] La otra leyenda cuenta que unos trabajadores tras volver del campo, observaron una estrella sobre la copa de una encina, la cual desapareció al acercarse.
Tras recoger el ganado, volvió y la imagen ya no estaba, por lo que regresó a la encina.
El pastor regresó corriendo hasta Alcalá de la Alameda para contar lo sucedido a los vecinos, quienes acudieron al lugar, recogieron la imagen y acordaron levantar allí una iglesia en su honor.