La nave principal es posterior (siglo XVII) y conserva su artesonado mudéjar.
En la parte superior está situado un cuadro donde se pueden ver las murallas de Jerusalén, el sol y la luna, sobre que hay una talla policromada de Cristo crucificado, imagen del siglo XVII.
Este retablo cuenta con una talla moderna con la imagen de la Virgen del Rosario.
En la parte inferior va una pintura sobre tabla representando cinco ánimas en formato muy apaisado.
En la parte superior tiene una pintura sobre lienzo en formato cuadrangular de buena factura (posiblemente representa a la Virgen Dolorosa, pintura del siglo XVIII).