Sopra este sótano el lado interno del muro septentrional contiene piedra natural muy vieja.
En 1229, por una orden del papa Gregorio IX de 1227, la parroquia fue dividida en tres,[6] porque abarcaba demasiada población.
En el siglo XV se comenzaba a utilizar el piso bajo de la torre septentrional como tesoro y archivo municipal.
En la Segunda Guerra Mundial la espina de la torre se quemó, la nave solamente sufrió daños menores.
Así residuos interesantes de pinturas medievales (hasta este tiempo escondidas por una superficie encalada) fueron perdidos.