En 1996 con el apoyo del Arzobispado del Cuzco y la Unión Europea, el Templo es restaurado íntegramente que por su mal estado de conservación estuvo cerrado cerca de 30 años.
El templo está compuesto por una nave en cruz latina de planta rectangular con pequeñas hornacinas laterales.
El techo del templo está compuesto por cinco bóvedas construidas con ladrillos rectangulares.
En el sector del presbiterio se ubica el retablo o altar mayor de estilo barroco con dos sacristías laterales.
La coronación de la fachada es una cenefa con adornos circulares sobre la cual remata la cornisa[5].