La villa está rodeada de prados cercados, cultivos y helechales.
Entre las casonas del pueblo se alza la Iglesia de San Miguel Arcángel.
Es mencionada por primera vez en un texto escrito en 1366 bajo el nombre de Eançi.
Basándose en el nombre más antiguo conocido de la localidad y comparándolo con la evolución de otros topónimos navarros, el filólogo Alfonso Irigoyen propuso un hipotético topónimo original Eiantzi que hubiera evolucionado a Eantzi y posteriormente de la manera que ya está documentada históricamente.
Ermita de San Juan Bautista, ubicada en las inmediaciones del río Latsa.
Se trata de una cueva excavada en la roca, con tres fuentes en la parte baja.
También destaca el carpe (Carpinus betulus), especie protegida, por lo que en 1987 se declaró Reserva Natural.