Son hijos de Shangó y Oshun, aunque en algunas zonas consideran que su madre es oyá, y fueron criados por Yemayá.
Los Ibeji salvaron a los hombres del Diablo, molestándole con sus tambores hasta que prometió marcharse y quitar las trampas que había colocado para cazarlos.
Están considerados como patronos de los gemelos, pero protegen a todos los niños y se les invoca cuando están enfermos.
Sus símbolos son objetos dobles: tambores, campanillas o tinajas.
Se les identifica con los santos católicos Cosme y Damián, dos hermanos martirizados en tiempos de Dioclesiano, y se les representa con dos muñecos de madera sentados sobre taburetes y unidos por un cordel.