Tres años más tarde Ernani de Verdi recibió su primera producción británica en su teatro con gran aplauso del público lo que convenció a Lumley de que debía encargar una ópera a Verdi, quien entonces emergía como el compositor italiano más destacado, para un estreno mundial en Londres.
Desafortunadamente, sin embargo, no había un tenor apropiado en Florencia para el exigente papel de Carlo, de manera que Verdi decidió terminar Macbeth primero para una representación en Florencia y luego producir I masnadieri en Londres.
Después de considerable persuasión Verdi estuvo conforme en dirigir el estreno, que fue un éxito triunfante, y la prensa fue en líneas generales, generosa con sus alabanzas.
Desafortunadamente, su éxito inicial no se repetiría en otros lugares; quizás (al menos en parte) por las inconsistencias y excesos del libreto.
[1] Se dice que Vincent La Selva (ahora de la New York Grand Opera) dio su primera representación estadounidense en 127 años en 1994.