iMac Pro

Incluye un chip Apple T2 personalizado para almacenar claves cifradas y una versión personalizada de macOS que permite al usuario bloquear el proceso de arranque.

El chasis del iMac Pro se basa en el iMac de 27 pulgadas introducido en 2012, pero solo está disponible en un acabado más oscuro "gris espacial".

El reemplazo de la memoria por parte del usuario es posible ya que no está soldado, aunque requiere desmontar la pantalla, anulando la garantía.

El soporte usa tornillos de zinc que pueden ser propensos a romperse.

Aunque el adaptador VESA tiene la marca de un producto de Apple, en realidad es un producto OEM con licencia y Apple no brinda soporte para él.