Con el tiempo, la localidad fue habitada por inmigrantes de italia, azorianos, africanos y polacos.
La villa Urussanga Velha fue el asentamiento principal del actual territorio en ese entonces.
Con la emancipación de Criciúma en 1929, la villa fue anexada al nuevo municipio.
En 1938, cambió su nombre a Aliatar, en homenaje al piloto Aliatar Martins quien falleció en un accidente de hidroavión en el Lago dos Esteves en 1920, junto al piloto británico John Pinder, en un intento de volar desde Río de Janeiro a Buenos Aires por primera vez.
Con la llegada de la industria del carbón, la región vivió su crecimiento económico.