Esta actuación resulta significativa en la historia del olimpismo mexicano, pues le permiten ostentar dos hitos: único deportista mexicano ganador de dos medallas de oro olímpica, y el único en obtener tres preseas en una misma edición.
[4] Buscando evitar la condena por su crimen, huyó hacia Texas, donde permaneció prófugo hasta junio de 1965.
[5] Por sus dificultades económicas terminó por involucrarse en una red internacional de narcotráfico.
[5] Tras tener éxito con la maniobra, en diciembre regresó al país europeo para buscar más droga, pero esta vez no tuvo la misma suerte y terminó arrestado por la policía local.
[5] Mientras se encontraba detenido en la prisión de La Santé sufrió un edema pulmonar que acabó con su vida.