Los huevos Benedict (en inglés, eggs Benedict), también conocidos como huevos benedictinos, son un plato anglosajón que consiste en dos mitades de un muffin inglés, un pan tostado o de otro tipo, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta o pastrami, huevos escalfados y la muy popular salsa holandesa.En una entrevista realizada en la columna Talk of the Town del The New Yorker en el año 1942, el año antes de su muerte,[1] Lemuel Benedict, un corredor retirado de Wall Street, reclamaba que en el lujoso Hotel Waldorf una mañana en el año 1894 buscando remedio para la resaca, pidió «tostadas con mantequilla, huevos escalfados, panceta crujiente y salsa holandesa».[2] Craig Claiborne en septiembre de 1967 escribió una columna en The New York Times Magazine sobre la carta recibida por Edward P. Montgomery, un estadounidense que residía en Francia.Benedict, un banquero que murió en el año 1920 a la edad de 86 años.Benedict, cuando vivían en Nueva York a finales de siglo, comían cada viernes en Delmonico's.