Huevo del gallo
En una carta del 5 de abril de 1900 enviada por Nicolás II a su madre, que había pasado la Pascua en Moscú ese año, se menciona por primera vez el huevo: "Perdóname, querida madre, por no haberte enviado nada por Pascua, pero Fabergé no envió el regalo aquí, porque pensó que ibas a volver a Gatčina.Tu hijo, que te quiere de todo corazón, Nicky."La parte de la concha que no ocupa la esfera está esmaltada en blanco opaco y violeta translúcido sobre un fondo guilloché, y está dividida horizontalmente por un marco que se ensancha en tres estantes con hojas de acanto en la parte superior.Bajo los estantes, tres esbeltos puntales inclinados, esmaltados en blanco perla translúcido con aplicaciones estilo Regencia, y un soporte cónico central sostienen el huevo, con la punta hacia abajo, sobre una base circular que tiene los lados convexos esmaltados en lila translúcido y el parte superior esmaltada en blanco opaco.[1] En la parte posterior de la cáscara hay un botón que, al presionarlo, abre una rejilla circular perforada de oro sobre el huevo, de la que emerge una plataforma dorada con un gallo encima con plumas reales, patas doradas y ojos elaborados con rubíes cabujón,[2] que canta moviendo las alas y el pico; al final de la canción vuelve a bajar al huevo y la rejilla se cierra.