Huevo de la gallina Kelch

Fue hecho para el industrial ruso Alexander Ferdinandovich Kelch, quien le regaló el huevo a su esposa, Barbara Kelch-Bazanova en la Pascua de 1898.

[3]​ En un extremo hay un gran diamante plano, bajo el que posteriormente se colocó un retrato en miniatura del zar Nicolás II.

La gallina está articulada en la cola, lo que le permite abrirse para revelar otra sorpresa: un caballete en miniatura de oro coronado por un diamante en forma de corazón con un rubí que simboliza una llama.

[6]​ El soporte dorado desmontable de seis patas en el que se muestra el huevo no es el original del objeto.

El soporte, hecho de oro multicolor y decorado con adornos florales engastados con diamantes, fue encargado por el rey Faruk de Egipto a mediados del siglo XX, cuando era el propietario del huevo.