Uno de los hallazgos más sobresalientes del arte primitivo en América fue encontrado en el municipio de Tequixquiac, tomó el nombre del Hueso sacro de Tequixquiac y se le atribuye una antigüedad mínima de once a doce mil años.
[1] La pieza fue encontrada durante las excavaciones del Túnel del drenaje profundo de la Ciudad de México.
Tequixquiac es un municipio donde se han hecho grandes descubrimientos en cuanto a material fósil se refiere, aunque con el paso del tiempo la tierra y la vegetación han sepultado restos de hombres y animales que posteriormente y de forma casual han sido encontrados, tal es el caso del “Sacro de Tequixquiac” hallado el 4 de febrero de 1870, a doce metros de profundidad, durante las obras de canalización del desagüe de la Ciudad de México; este fósil está considerado como ejemplo de arte sugerido y al que se le dio valor científico para la prehistoria del continente americano.
[2] Aunque se desconoce su propósito original, algunos estudiosos creen que la talla tendría algún valor religioso debido a la santidad atribuida al hueso sacro en las culturas mesoamericanas posteriores.
El tallador probablemente era nómada, cazaba animales grandes como mamuts y recolectaba frutos, como demuestra la evidencia arqueológica hallada en la zona.