Debido a la gran demanda que exigía la marina estadounidense, la compañía se vio obligada a instalar máquinas automatizadas para acelerar aún más el trabajo, mejorando la producción y permitiendo generar una mayor cantidad de acero para su posterior exportación a los puertos de Baltimore y Boston.
[3] La AA organizó en 1881 el sindicato independiente Pittsburgh Bessemer Steel Works, asentado en la ciudad de Homestead.
La violencia se produjo en ambos lados, y hubo numerosos esquiroles comprados por la compañía para detener la huelga, la cual concluyó el 20 de marzo.
Los manifestantes dispararon al azar hacia las barcazas, pretendiendo alejar a los mercenarios.
[18] Mientras se sucedieron los disparos, los manifestantes, respaldados por la población, comenzaron a lanzar piedras contra las barcazas.
[19] No obstante, The New York Times culpaba a Pinkerton de disparar primero.
Se basan en el testimonio de William Foy, el primer trabajador herido.
Les despojaron de los rifles Winchester[24] y acto seguido quemaron las barcazas.
Veinte minutos después, toda la planta estaba rodeada por seis mil hombres, que lograron reabrir parcialmente la fábrica.
[27] Pocos días después, Frick contrató a nuevos empleados, muchos de ellos negros.
[29] Mientras tanto en Nueva York, el anarquista Alexander Berkman y su pareja Emma Goldman planeaban un complot para asesinar a Henry Clay Frick.
Sorprendentemente, Frick consiguió sobrevivir, y Berkman fue condenado a 22 años de cárcel.
[30] Cuando Hugh O'Donnell recibió la noticia, fue consciente de la escala global que había adquirido la huelga.
Tras realizarse una votación en donde hubo un sí absoluto, más de 1.700 trabajadores abandonaron la huelga y regresaron a sus empleos en la fábrica.