Hubert de Blanck

Al año siguiente él regresó a La Habana y decidió radicarse allí definitivamente.

Se radicó entonces en Nueva York, donde ofreció clases privadas y participó en conciertos como pianista acompañante.

Esta es la primera ópera nacional que aborda el tema de la gesta independentista cubana.

Ésta no volvería a los escenarios hasta 1979, cuando se presentó en el Gran Teatro de La Habana.

Los papeles centrales estuvieron entonces a cargo de Lucy Provedo, Lidia Valdés, Venchy Siromájova (sopranos), Mario Travieso, Jacinto Zerquera, Orestes Lois (tenores) y Ángel Menéndez y Romano Splinter (barítonos).