Sin embargo, estas maravillosas criaturas poseen un manejo de la razón sorprendente y, a diferencia del ser humano, carecen absolutamente de instinto, o por lo menos han conseguido someterlo totalmente a la razón.
Si en los anteriores se divagaba acerca de los vicios y defectos de las sociedades europeas, este último capítulo lanza una mirada hacia la naturaleza y la condición humana, dado el desprecio que el propio Gulliver acaba profesando por sus semejantes.
Se cuenta que su fuerza y características físicas son notablemente diferentes a las del ser humano.
Los Yahoo poseen todos los vicios que, a juicio de Jonathan Swift, representan al ser humano, tales como la avaricia, el egoísmo, el vicio y la agresividad en orden a establecer su defensa personal.
Tal vez para concluir con las críticas en los capítulos anteriores, este último viene a decir que todo aquello que se achaca a la sociedad proviene de la individualidad humana.