El edificio, cuyo nombre pasará igualmente al callejero toledano, representa una de las realizaciones más notables de la arquitectura hospitalaria del siglo XVIII en Europa, y fue concebido como hospital especializado para atender enfermos mentales.
Desde 1985, año en que el edificio fue rehabilitado, han tenido sede en él diversos servicios administrativos del Gobierno Regional, y actualmente acoge la sede de la Consejería de Economía y Hacienda.
La planta del edificio responde a una cruz, inscrita en un rectángulo, con capilla en el encuentro de sus dos ejes.
Especialmente notable resulta ser el eje de entrada al edificio, para el que Haan ideó un pórtico toscano; sobre su cornisa se alza un segundo orden, esta vez jónico, que se concibe como pórtico abalconado.
Además de su monumentalidad, sobre esquemas que entroncarían con las llamadas escaleras imperiales, Haan supo articular en este edificio una escalera funcional, que aglutina las zonas nobles del edificio: La crujía de la fachada principal y la capilla.