Conocido entre los vigueses como "El Pirulí",[3] ha sufrido numerosas reformas durante décadas que modificaron en gran parte su imagen, por motivo de las necesarias ampliaciones del complejo hospitalario.
[4] El acceso al edificio original era a través de una gran escalinata, que desapareció en 1982.
Responde a una arquitectura con ciertas referencias volumétricas a arquitecturas norteamericanas de comienzos del siglo XX, por lo menos en su origen, e incluso resulta afín al estilo del arquitecto porriñés Antonio Palacios.
Existe otro volumen bajo ligeramente curvo que conformaba el antiguo acceso desde la amplia escalinata exterior.
Este recubrimiento será eliminado con las obras de rehabilitación, dejando nuevamente el edificio blanco.