Hospital Domingo Olavegoya

Durante la época colonial, la ciudad de Jauja fue reconocida por su clima seco que resultaba beneficioso, según la medicina de la época, para los enfermos de las vías respiratorias y los afectados por tuberculosis.

A raíz de esto, se crea una comisión con el propósito de construir un sanatorio para atender dicho mal.

El 12 de marzo de 1906 se determinó definitivamente que la construcción sería en Jauja y en 1916 se recibió el legado de Domingo Olavegoya Yriarte, limeño acaudalado cuya hija se curó de tuberculosis en Jauja, por 10,000 libras peruanas para la construcción del hospital.

[3]​ El proyecto se frenó por años y recién en 1918 se suscribieron los contratos para la construcción de los primeros dos pabellones del sanatorio.

El pabellón de San Miguel estuvo destinado a cirugía y medicina y el pabellón de Santa Luis a los consultorios externos.