Su obra se caracteriza por la presencia de la forma Kopffüßler («cefalópodo»), que descubrió en torno al año 1960 y que preocupó al artista en numerosas variaciones y técnicas artísticas.
Para el año 1963 su Kopffüßlerfue desarrollado totalmente en sus premisas estilísticas y conceptuales y se convirtió también en obligatoria en su obra escultórica, que comenzó ese mismo año.
El artista recibió varias becas y premios en los sesenta, incluyendo el Premio Villa Romana de Florencia en 1962 y la beca Villa Massimo en Roma en 1963.
A esto le siguió un puesto de profesor también en Karlsruhe que mantuvo entre 1967 y 1973, así como un año como profesor invitado en la Staatliche Hochschule für Bildende Künste de Berlín.
Su obra incluye no sólo pintura y arte gráfico sino también esculturas en espacios públicos.