Horacio (Hamlet)

A estas alturas, Hamlet ya ha partido hacia Inglaterra y se supone que no regresará.

Horacio no está directamente involucrado en ninguna intriga en la corte, pero es un buen papel y una caja de resonancia para Hamlet.

Muchos comentaristas han relacionado el nombre con las palabras latinas ratiō ("razón") y ōrātor ("orador"), señalando su papel como razonador con el príncipe Hamlet, y sobreviviendo (aunque rogara la muerte) para contar la historia heroica de Hamlet al final de la obra.

Horacio sólo duda del juicio de Hamlet una vez, cuando éste ha dispuesto que Rosencrantz y Guildenstern sean asesinados.

Casi al final de la obra, cuando Hamlet le dice "qué mal está todo aquí sobre mi corazón", le sugiere a Hamlet que obedezca a ese malestar.

Tiene la intención de envenenarse, diciendo que es "más un antiguo romano que un danés", pero Hamlet, moribundo, le implora más bien que se ocupe de las secuelas y del "nombre herido": Si alguna vez me tuviste en tu corazón, Auséntate de la felicidad por un tiempo, Y en este duro mundo, dibujar tu aliento en el dolor Para contar mi historia.