Aunque es un sombrero formal, no es una alternativa a la chistera.
[2][1] El Homburg original era de proporciones ligeramente más generosas que la versión moderna.
[3] Eduardo VII del Reino Unido lo volvió popular después de que visitó Bad Homburg en Hesse, Alemania, y llevó a su patria un sombrero de este estilo.
[4] El rey era muy consciente de la moda, exigente y experto en todos los asuntos de vestimenta, por tanto se sintió halagado cuando su estilo de sombrero fue copiado; a la vez que insistía en que fuera copiado.
Al Pacino volvió a traer fama al sombrero cuando utilizó uno de este tipo en la película El padrino.