Fueron encontrados un cráneo incompleto (sin el rostro) y partes del esqueleto (huesos de los brazos, piernas, pies y la pelvis), de un individuo denominado Omo I u Omo 1.
[2][3] Omo I tenía la apariencia de un humano moderno,[4] con una capacidad craneal de 1400 centímetros cúbicos, sin embargo Omo II, con 1435,[5][6] mostraba rasgos aparentemente más antiguos.
[4] Todo esto llevó a dudar entre la atribución de los fósiles a H. sapiens y Homo erectus,[6][7] e incluso se discutió si Omo II pertenecía a otra especie (Homo rhodesiensis) o simplemente reflejaba la variabilidad dentro de la misma.
Esta datación determinó que tanto los fósiles de Omo I como los de Omo II estaban en el mismo nivel geológico y tienen esencialmente la misma edad, que se ha estimó en 195 000 años, lo que representaba los fósiles de Homo sapiens más antiguos recuperados hasta esa fecha, y hacía retroceder la aparición de nuestra especie en unos 35 000 años.
[9] Sin embargo, análisis geoquímicos vincularon la Formación Omo-Kibish que contiene Omo I, con una gran erupción explosiva del volcán Shala, que cubrió los fósiles.