Historieta en Costa Rica
Por su factura sumamente crítica, esta serie solo tuvo cabida, por un relativo breve período de tiempo, en el semanario Universidad.Hacia el año 1973 el dibujante Juan Díaz publica en el diario La Nación una serie con su personaje «Glupy» con la cual marca varios hitos en el naciente arte de la historieta costarricense, al ser la primera tira cómica costarricense que, además de esa peculiaridad, rompe con la tradición del humor político satírico con su contenido esencialmente didáctico.Más o menos para la misma época, el dibujante y editor Carlos Figueroa lanza la revista ilustrada Tricolor en el cual, además de historietas extranjeras, se publican las producciones del chileno Víctor Canifrú y el salvadoreño Edmundo Anchieta, ambos afincados en Costa Rica, con historietas de corte «serio», las cuales tocaban, en capítulos aislados, temas sobre el folklore centroamericano y la historia costarricense.Franco Céspedez se dedica a «historietar» la pasión del aficionado al fútbol costarricense.En el año 1997 Sierra publica en el diario El Heraldo la tira cómica didáctica Galoxi y una serie en historietas sobre las fábulas clásicas.La evidente falta de desarrollo editorial y de apoyo financiero que sigue teniendo la historieta costarricense, hace que esta iniciativa llegue a su prematuro final, como tantas otras, al arribar al tercer número.En el año 2000 a empresa «Asesores Gráficos» pública la revista bimensual Neozaga la cual tuvo una duración de 9 números.En la año 2007, se llevó a cabo el Primer colectico de cómic costarricense, que reunió a 17 artistas, Ariel Arburola, Douglas Campos, Allan Cedeño, Rodmi Cordero, Francine Delgado, Mario Espiniza, Pablo Granados, Roberto Guillén, Alex Monzón, Francisco Mungía, Asdrubal Piedra, Carlos Eduarte, Vicky Ramos, Carlos Redondo, Carlos Salazar, Osvaldo Sequeira y John Tims.Estas son el reinicio de Densetsu No Senshi, un manga nacional por el autor Josh Hagaren que había estado teniendo presencia desde hace años en los eventos nacionales, Alfa Cortex por el autor Dave Salazar, un cómic ambientalista con dibujos avant garde y por último, Infinitia por Dmon Leon, un híbrido de prosa y cómic que mezcla fantasía y realidad.