[1] En 1492, Cristóbal Colón, navegando bajo bandera española, partió en busca de una vía a Asia y encontró el Nuevo Mundo.
Pero la naturaleza norteamericana concedió a los primeros exploradores poca gloria y menos oro, por lo que la mayoría no se quedó.
El imperio inglés procuraba con base en esto que las colonias debían contribuir a aumentar tal riqueza.
Todo esto, en consecuencia, debía contribuir a afirmar el desarrollo y poderío de Inglaterra.
[2] Para 1722 las mercancías listadas eran el tabaco, algodón, azúcar, arroz, melazas, pieles y artículos navales.
Aunque, en realidad, el Parlamento inglés era el organismo encargado de tratar a escala macroeconómica las relaciones comerciales del imperio.
Para el año 1700, había alrededor de 27.000 en todas las colonias inglesas, y diez años después ya eran aproximadamente 45.000.
Ya existían conspiraciones desde el siglo anterior, pero se volvieron realidad en varias ocasiones a partir de 1700.
De esta forma, el blanco comenzó a temer del negro, pues este grupo resentido y explotado representaba una amenaza.
En sí, la producción en el campo y muchas de las actividades económicas eran llevadas a cabo por esclavos negros.
Sin embargo, al romper esta relación, debían obtener una nueva fuente de ingresos, así como buscar nuevos mercados con los cuales pudieran intercambiar bienes y servicios, pues los que tenían anteriormente pertenecían al Imperio Británico.
Estados Unidos primero recurrió a pedir préstamos a países europeos como Holanda y Francia; sin embargo, al momento de independizarse del Reino Unido se vio en la necesidad de adoptar una nueva política económica: el nacionalismo.
Nuevas ciudades fueron fundadas como Pittsburgh, Marietta, Cincinnati, Louisville, Lexington, Nashville y otras localidades en el oeste.
[15] A finales del siglo XVIII, Estados Unidos se dividió en tres regiones agrícolas: el Norte, el Sur y Oeste.
[17] El Sur se especializó en la producción del tabaco, trigo, arroz, azúcar y sobre todo de algodón.
La máquina para desgranar el algodón inventada por Eli Whitney, ayudó a reducir los costos de producción así como a la cantidad de gente que se necesitaba para el cultivo del algodón y esto provocó que se convirtiera en un producto muy rentable y como consecuencia se volvió el bien más cultivado en el sur desplazando al tabaco.
Desde Nueva Orleans, los productos eran exportados a Europa o transportados al nordeste de Estados Unidos.
Sin embargo, por su ubicación geográfica, los costos de transportación eran mayores, pues antes solía utilizarse a los caballos y mulas.
[23] La construcción de canales artificiales surge a inicios del siglo XIX, desde 1812 hasta 1860, éstos servían para conectar los canales naturales y facilitar el transporte de bienes en largas distancias por medio del barco a vapor.
[26] Fueron varias las ventajas que trajo consigo el desarrollo del ferrocarril, en primer lugar, redujo los costos del transporte de mercancías pesadas; los bienes manufacturados y las materias primas se podían transportar de una manera más eficiente y barata como nunca antes se había visto, además integró a territorios aislados a la economía global.
Las empresas pequeñas se vieron afectadas por los altos costos de transportación, lo cual permitía que sus productos sólo llegaran a mercados cercanos.
Desde finales del siglo XVIII, las grandes corporaciones ya empleaban maquinaria que usaba energía hidráulica, esto produjo un gran crecimiento en la productividad y en la industria estadounidense.
El gran crecimiento del sector industrial se debe a los avances tecnológicos durante estos años.
Estas compañías al innovar y mejorar la maquinaria utilizada por distintas industrias, favorecieron el crecimiento de la industrialización estadounidense.
Samuel Slater y Francis Cabot Lowell eran comerciantes que se memorizaban el diseño de máquinas británicas para producirlas en Estados Unidos.
Sin embargo, la conquista del Oeste sirvió no sólo para incrementar el espacio agrícola, ganadero y minero (fiebre del oro en California), y potenciar el desarrollo demográfico, sino también para forjar los mitos de los que se ha nutrido hasta hoy la nueva nación estadounidense.
La Reserva Federal empeoró las condiciones en Estados Unidos al permitir que la oferta de dinero se contrajera en un tercio.
Las condiciones eran peores en la industria pesada, maderera, la agricultura de exportación (algodón, trigo, tabaco), y la minería.
Su política se basó en un grupo muy ecléctico de asesores que unieron muchos programas, conocidos como el New Deal.
[42] En Francia, el presidente François Mitterrand también lamenta esta política: "Estados Unidos nos hace pagar por su desempleo y su déficit.