Una recorrida por su pasado nos permitirá tener un panorama general que resulta imprescindible para un aceptable conocimiento de la misma.
A grandes rasgos la psicología social se encarga de estudiar las relaciones entre el individuo y la sociedad.
Leon Festinger comenzó preguntándose cómo se evalúan las personas, incluyendo actitudes, empeños y conducta.
Edwin Hollander escribió: La etapa siguiente, que se inició en el siglo XIX, es la denominada empirismo social.
En general, se caracteriza por una sistemática recolección de datos, que trasciende la conjetura, aunque indudablemente puede estar –y a menudo lo está- orientada por ella.
Por sugestión queremos significar el proceso en virtud del cual las creencias son inducidas o comunicadas al sujeto independientemente de todo razonamiento lógico con respecto a una conclusión.
Aun cuando razonamos con la más estricta lógica, comúnmente lo hacemos utilizando como premisas creencias adquiridas en esta forma irracional.
Por imitación queremos significar la tendencia a dirigir en detalle los movimientos corporales a los cuales nos incitan nuestros impulsos con arreglo al modelo establecido por nuestros semejantes; tendencia que si bien no carece de importancia, tiene menor influencia que las mencionadas antes”.
Para nosotros bastará con indicar la índole de dicha tarea y apuntar que ya se ha logrado algún progreso en ese sentido.
Se aclaró el papel desempeñado por esas actitudes motrices en la percepción (Lange, 1888), en la atención (Munsterberg, 1889), en la conciencia (Feré, 1890).
Se demostró luego que esas mismas actitudes constituyen un medio de comprender a los demás (Raldwin, 1895); Giddings, 1896, etc.).
Por supuesto que la ampliación del concepto implicó grandes dificultades para definirlo con precisión: Allport, en 1935, examinó dieciséis definiciones diferentes, y Nelson, en 1939, veintitrés.
Teniendo en cuenta las etapas mencionadas por Edwin Hollander, puede decirse que no es conveniente continuar exclusivamente con los lineamientos básicos de la filosofía social o del empirismo social, sino que conviene adoptar decididamente el método de la ciencia experimental.
Con tales presiones es fácil ignorar grandes acontecimientos e incapacitarse para abordar lo más sorprendente del tema.