Historia de la Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza

[1]​ La historia documentada del templo data del siglo IX, cuando según la Historia del traslado de San Vicente escrita por Aimoino, se atestigua la existencia de una iglesia mozárabe en Saraqusta dedicada a Santa María en el mismo lugar en el que actualmente se encuentra la basílica barroca.

La colegiata mudéjar incluía un lujoso coro y el retablo del altar mayor, encargado a Damián Forment, que se conservan en la actual concatedral.

Más adelante, en 1750, Ventura Rodríguez se encargaría de revisar el diseño completo e introducir cambios que lo acercarían al gusto neoclásico.

La difusión extensa del culto a la Virgen, y la peregrinación mariana comienza en el siglo XII en el occidente cristiano y se extiende en la península a lo largo del XIII.

Restos arqueológicos del siglo X y otro documento de 987 donde se lee «ad Sancta Maria qui est sita in Çaragotia et ad Sanctas Massas qui sunt foris muros» apoyan lo antedicho, a lo que se vendría a sumar un testimonio de Jerónimo Zurita:

La favorecieron en esta época de diversos modos los papas Eugenio III, Alejandro III y Celestino III, y los reyes de Aragón, con privilegios que otorgaron varias dignidades de esta Casa Real, desde el príncipe Ramón Berenguer IV hasta el rey Fernando II.

Con estos beneficios, el templo fue creciendo en importancia y convirtiéndose en un reconocido centro mariano.

Según todos estos datos, la colegiata de Santa María estaba fabricada en ladrillo con técnica mudéjar en una sola nave rematada en ábside poligonal con contrafuertes entre los que se disponían capillas absidiales.

La nave central se cubría con bóvedas de crucería estrellada, al igual que las capillas laterales dedicadas a San Braulio, San Martín, Santiago, San Lorenzo, Espíritu Santo y Santa Clara, y en sus claves aparecían florones de madera sobredorada y policromada, como en la contigua Lonja de Mercaderes.

Al lado del evangelio, hacia el norte y el río, se accedía al claustro que incluía la antigua Capilla de Nuestra Señora del Pilar, a la que se veneraba, como actualmente, mediante un nicho abierto al otro lado del muro donde se encontraba integrada la columna de la Virgen.

Los primeros proyectos de reforma barroca del nuevo templo se plantearon en 1638.

El Cabildo, por su parte, convocó un concurso de diseños que fue adjudicado al arquitecto zaragozano Felipe Sánchez.

En el proceso, el planteamiento original fue experimentando cambios, como la decisión de renunciar a dejar intactos los elementos del templo antiguo, aunque se mantenía en 1694 la idea de respetar íntegra la Santa Capilla medieval.

El arzobispado y arquitectos posteriores desecharon este plan, pero sí modificó el concepto decorativo del interior, simplificando notablemente la ornamentación churrigueresca de los capiteles y los flameros de las columnas para darle un aspecto más sobrio a la catedral, acorde con el incipiente gusto neoclásico de la época, y diseñando las capillas laterales.

Pero la desafortunada época que durante los Sitios de Zaragoza le tocó vivir a la ciudad dejaron la catedral en una situación ruinosa.

La gran cúpula central sobre el presbiterio y otras cuatro de menor tamaño rodeando a la del coro, ya construida.

Durante ese mismo periodo y hasta 1872 elevan el resto de las cúpulas faltantes.

Ornamentó las puertas con sendos pórticos, flanqueando las mismas con grandes columnas corintias sobre las cuales descansa un frontón triangular de raíz clásica.

Las torres de la cara norte, la que da al río, fueron finalmente construidas entre 1950 y 1961 por Miguel Ángel Navarro padre e hijo.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar.
Retablo de la Asunción . Altar mayor de la Basílica del Pilar . Realizado por Damián Forment entre 1509 y 1518.
Tímpano de la iglesia románica.
Detalle del templo mudéjar según la Vista de Zaragoza de Antonio van den Wyngaerde , 1563.
Detalle del templo mudéjar del Pilar en 1647, según la Vista de Zaragoza de Juan Bautista Martínez del Mazo .
Detalle de la portada principal, en la zona central fachada sur.
Boceto de El nombre de Dios adorado por los ángeles , fresco de la bóveda del Coreto de la Virgen, por Francisco de Goya (1772).
El Pilar en 1806, poco antes de los Sitios de Zaragoza .
El Pilar, hacia el año 1865, sin la gran cúpula central.
J. Laurent , Iglesia de Nuestra Señora del Pilar vista desde el puente , c. 1875.
Venida de la Virgen , Pablo Serrano , 1969.