Tras la independencia el monarca Sobhuza II instauró un régimen absolutista hasta que su hijo y heredero reinstauró la democracia en 1992.
Mswazi II instituyó un ejército permanente y estableció buenas relaciones con los colonos europeos, otorgándoles concesiones.
El partido monárquico, Movimiento Nacional Imbokodvo (INM) ganó todos los escaños y su líder, Makhosini Dlamini fue nombrado primer ministro.
En abril de 1973, Sobhuza II abolió la constitución, prohibió los partidos políticos y disolvió el Parlamento, reemplazándolo, en 1978, por una serie de asambleas tribales o Tinkhundla, un nuevo Parlamento, el Libandla, y un Liqoqo o Consejo Supremo.
Eliminó el Liqoqo, destituyó al primer ministro Bhekimpi Dlamini y disolvió el Parlamento convocando nuevas elecciones.
Tras los cambios políticos en Sudáfrica, las demandas de libertades democráticas hacia el régimen cobraron nueva fuerza, hasta que en 1992, el Movimiento Popular Democrático Unido fue legalizado, y posteriormente en 1993 se celebraron elecciones nacionales.
Sin embargo, en las últimas elecciones legislativas en Suazilandia del 21 de octubre de 2003, los partidos políticos habían sido nuevamente ilegalizados, pudiendo solo ser elegidos aquellos ciudadanos no relacionados con ningún partido político.