No muy lejos se encuentra la isla de Cos, donde nació Hipócrates (siglo V a siglo IV a. C.), autor del juramento hipocrático.
Después de ciertos contratiempos —por ejemplo, que le robaron tanto piratas como oficiales de aduanas corruptos—, marchó a Atenas, posiblemente para litigar.
Debió dedicarse a la enseñanza para sobrevivir, y terminó desarrollándose como un matemático destacado.
Según Aristóteles, aunque era destacado como geómetra, era estúpido y falto de sentido común en otros aspectos.
Partiendo de un sistema de axiomas o verdades a priori, que tenían carácter intuitivo utilizó por primera vez el conocido esquema premisa-teorema-demostración.