Hifikepunye Pohamba

Allí, Pohamba entró en contacto por primera vez con Nujoma y otros dirigentes exiliados de la SWAPO.

La misión clandestina fracasó a las primeras de cambio, ya que cuando atravesaba Rhodesia del Sur (la actual Zimbabue), otra colonia británica, entonces federada a Rhodesia del Norte y regida por una administración blanca especialmente intolerante con los movimientos de emancipación negros, le capturaron y le metieron en un calabozo en Bulawayo.

Pohamba consiguió por fin poner pie en su patria chica, pero en el Ovambolandia no tardo en verse envuelto en nuevos líos.

En 1964, la participación en unos tumultos que enfrentaron a los partidarios locales de la SWAPO y los conservadores jefes tribales le concitó las iras policiales, debiendo escapar, junto con algunos compañeros, a través del corredor de Caprivi hasta Zambia, país que se disponía a proclamar la independencia del Reino Unido.

El Gobierno sudafricano no se dio por enterado y continuó ejerciendo su autoridad de facto.

En octubre de aquel año, la Asamblea General declaró expirado el fideicomiso sudafricano sobre el territorio y en junio de 1968 sustituyó por Namibia toda referencia en sus documentos a África del Sudoeste.

En los 15 años siguientes, Pohamba fue consolidando su posición en la cúpula dirigente del movimiento de liberación en el exilio.

La empresa humanitaria comenzó el 15 de mayo y se desarrolló sin novedad.

La situación política creada era menos hegemónica de lo que habría podido suponerse a priori, ya que la SWAPO no alcanzó la mayoría de dos tercios necesaria para redactar la Constitución en solitario, debiendo negociar con otras fuerzas políticas, la más importante de las cuales era la centrista y multiétnica Alianza Democrática Turnhalle (DTA).

La SWAPO tomó las riendas de un vasto país desértico que, aunque tenía drásticamente limitadas las posibilidades agrícolas, atesoraba grandes riquezas minerales (diamantes, cobre, oro, plata, zinc, plomo, uranio, tungsteno, litio, cadmio, entre otros productos) en su subsuelo y pesqueras en sus costas.

Entonces, la SWAPO creció al 73,9% de los sufragios y los 53 escaños, mientras que Nujoma, en su primer mandato por voto directo, fue reelegido con el 76,3%.

En esta cita partidaria, Nujoma fue confirmado en el liderazgo y de paso recibió la nominación para optar a un tercer mandato presidencial en las elecciones de 1999, lo que iba a requerir una enmienda constitucional ad hoc.

Entonces, el oficialismo arguyó que Nujoma había sido investido de su primer mandato en 1989 sin estar en vigor la Carta Magna, luego tenía derecho a servir dos mandatos constitucionales consecutivos empezando a contar en marzo de 1995; ahora bien, quedó establecido que el sucesor que saliera de las urnas en 2004 solo podría optar a un mandato quinquenal adicional.

Por lo demás, en el Congreso de junio de 1997 se ventiló a favor del primero de los protagonistas una pugna que venía enfrentando al viceprimer ministro desde 1995, Hendrik Witbooi, y a su superior jerárquico en el Gobierno, Geingob, quien tenía ambiciones sucesorias y que pretendía arrebatarle la vicepresidencia del partido.

El gran perdedor del congreso fue Geingob, quien antes de terminar el mes fue cesado como primer ministro y, puesto que rechazó la cartera de Gobiernos Locales, Regiones y Vivienda, se marchó del Gobierno.

El aparato del partido le achacó la desunión que recorría las filas de la SWAPO.

Los congresistas tomaron en consideración el mensaje enviado por Nujoma, quien además se aseguró la permanencia en la jefatura del partido hasta 2007, y otorgaron la candidatura a su protegido por 341 votos sobre 516.

A la identificación de Pohamba con Nujoma en cuanto a la ideología y la visión de las cosas se añadía un parecido en el físico (complexión maciza, cuerpo achaparrado, barba entrecana, gruesas gafas y los rictus de dos abuelos bonachones), todo lo cual hacía pasar al primero como un alter ego del segundo.

En su campaña electoral, Pohamba prometió acelerar la redistribución de tierras, con las expropiaciones que fueran menester, aunque puntualizó que el diálogo con los dueños en aras de una compraventa sin conflictos seguiría constando en la agenda.

En estas circunstancias, Pohamba barrió con el 76,4% de los votos a los seis candidatos que sobrepasaron la cuota del 1%.

En el discurso inaugural, Pohamba homenajeó a su predecesor, al que llamó “legendario luchador por la libertad”, cuyo legado “debemos sostener”.