La herpetofobia es una sub-fobia de la zoofobia, que caracteriza un miedo hacia los reptiles y los anfibios.
También comprende a los poco comunes anfisbenios, reptiles del mismo orden de lagartos y serpientes que viven bajo tierra y carecen de patas (salvo un género que aún conserva el par anterior), y tienen la característica de presentar la cola similar a la cabeza para despistar a sus predadores.
En el caso de los anfibios, se los suele temer principalmente por su apariencia y no por su aparente peligrosidad.
Esta zoofobia puede ser tratada con hipnoterapia, o que los afectados vean a personas interactuando con estos animales.
Como todos los animales, los reptiles tienen un rol ecológico, importante en el ecosistema donde habitan, por lo que también deben ser protegidos.