Rikiya Shoda es un ingeniero que trabaja en la Agencia Atómica de Japón, tras estudiar varios años en la MIT.
Está trabajando en un proyecto que pretende crear rayos láser.
Un día, su mujer Nanako regresa a casa con una adolescente perdida llamada Ayu, quien afirma ser hija de este matrimonio.
Esta trama política se reproduce, transformada una y otra vez, combinando tres líneas temporales: de 1952 a 1960 (año de la firma de otro tratado entre Estados Unidos y Japón), 1970 (cuando la película fue rodada) y 1980, diez años más tarde en el futuro .
Esta frialdad contrasta con el poderoso erotismo de varias de las escenas, donde la desnudez parcial o total del cuerpo femenino consigue destruir esta estética deshumanizada mediante la carnalidad del pinku eiga, cercana a la del cine de Kôji Wakamatsu.