Sus miembros posponen a sus nombres las siglas S.C.
Ya desde su fundación el instituto fue autónomo respecto a la casa madre, por lo cual, con la aprobación del obispo de Múnich y Frisinga, Lotario Anselmo de Gebsattel, nació la nueva congregación.
La primera superiora general fue la religiosa Ignatia Jorth.
Las vicentinas de Múnich se dedican especialmente al cuidado de los enfermos y a la atención de los ancianos y están presentes únicamente en Alemania.
La congregación cuenta con más de doscientas religiosas y tiene quince comunidades.