[3][4] En esa época destacó por ser un alumno aplicado, callado, muy tímido, reservado y encerrado en su mundo.
Sus profesores solían decir que siempre «estaba en la luna», aunque en realidad se dedicaba a razonar y reflexionar sobre diversos temas científicos.
Si sus comentarios eran... dignos, podrían recibir una respuesta entre dientes, pero la mayoría de las veces escucharían un chillido irritado (su voz parece haber sido aguda) y al volverse para encontrar una ausencia y la vista de Cavendish huyendo para encontrar un rincón más tranquilo".
Como comenta su biógrafo, George Wilson: "En cuanto a la religión de Cavendish, él no era nada en absoluto".
[6][7] La disposición de su residencia reservaba sólo una fracción del espacio para la comodidad personal ya que su biblioteca estaba separada, las habitaciones superiores y el jardín eran para la observación astronómica y su salón era un laboratorio con una fragua en una habitación contigua.
Un manuscrito con el título "Heat", fechado provisionalmente entre 1783 y 1790, describe una "teoría mecánica del calor".
El físico teórico Dietrich Belitz concluyó que en este trabajo Cavendish "entendió esencialmente de manera correcta la naturaleza del calor".
En un artículo[12] publicado en 2001 por el psiquiatra, divulgador científico y escritor británico Oliver Sacks, se sugiere que Cavendish podría haber tenido síndrome de Asperger.
A Lord George Cavendish, quien sería su principal heredero, apenas le veía unos minutos al año.
Había una ligera inseguridad en su forma de hablar, y solamente aparecía en público para reuniones científicas.
Afirmaba que «el agua está compuesta por aire deflogistizado (oxígeno) unido al flogisto (hidrógeno)».
En su primera comunicación a la Royal Society de Londres, titulada Experiments on Factitious Air (1766), daba cuenta de cómo aisló y estudió el hidrógeno, así como el anhídrido carbónico y otros gases.
Cavendish en su trabajo no necesitó calcular esta constante para su propósito, no obstante, es un anacronismo común el atribuirle a Cavendish el descubrimiento o la primera medida del valor de esta constante.
El excéntrico Cavendish no contaba con los instrumentos adecuados para sus investigaciones, así que medía la fuerza de una corriente eléctrica de una forma directa: se sometía a ella y calculaba su intensidad por el dolor [cita requerida].