Henriette-Lucy nació en Francia, en el seno de una prominente familia militar irlandesa.
Durante la Revolución francesa, varios de sus parientes y amistades fueron ejecutados en la guillotina, motivo por el cual huyó de París y se refugió en la propiedad familiar de Le Bouilh, o Saint-André-de-Cubzac, en la región girondina.
Al igual que Talleyrand, de quien se hizo cercana durante su exilio, regresó a Francia tras la instauración del Directorio, debido a que su esposo deseaba retomar su carrera en la vida pública y asegurar la fortuna familiar.
Aymar huyó de Francia, siendo condenado a muerte en su ausencia y vendiendo la familia sus posesiones poco después.
Tras la muerte de su esposo en Lausana en 1837, Lucie se trasladó a Italia, donde murió en 1853.