Luego se une al Partido Nacional de Surinam, aunque no era muy activo.
Seis meses después dimite el presidente Johan Ferrier y es entregado el gobierno a Dési Bouterse.
El ejército respondió formándose el Frente Revolucionario Popular, alianza política encabezada por Bouterse y otros dos militares del consejo militar, Ivan Graanoogst y Roy Horb.
Luego se supo públicamente que los surinameses exiliados en Países Bajos financiaban las guerrillas tales como el Ejército de la Liberación de Surinam (SLA, siglas en holandés).
Finalmente, en 1992 el presidente Ronald Venetiaan firmó un acuerdo con las guerrillas y éstas suspendieron las hostilidades definitivamente.