[1] Los conos, células fotorreceptoras de la retina, son muy sensibles en la luz brillante y median en la visión diurna, visión cromática y agudeza de la agudeza visual.
Por tanto, la disfunción de los conos da lugar a una mala visión central y en ocasiones problemas con la visión diurna (hemeralopía).
[2] La hemeralopía no tiene relación con la nictalopía -de hecho es el efecto contrario-, dado que puede comprobarse cuando ocurre como efecto adverso de fármacos como la trimetadiona.
Estas células fotorreceptoras, más numerosas que los conos, son más sensibles con una iluminación tenue y son responsables de la visión nocturna y periférica.
Si se produce una función de los bastones antes o es más intensa que la disfunción de los conos, dará lugar a una mala visión nocturna y pérdida del campo periférico; por lo general, se produce antes la nictalopía.