Unos años más tarde, en 1953, se estableció en su propio estudio, al que acudieron otros pintores como Morris Louis y Kenneth Noland, quienes fueron de gran ayuda por sus conocimientos como pintores coloristas para que la trayectoria y formación profesional de Frankenthaler fuera decisiva.
La carrera profesional de Frankenthaler comenzó en 1950, cuando Adolph Gottlieb eligió su obra Beach (1950) para introducirla en una exposición llamada Fifteen Unknowns: Selected by Artists of the Kootz Gallery.
Sin embargo, en realidad su trayectoria se vio lanzada en 1952 con una de sus obras más tempranas y que consiguió mayor repercusión: Las montañas y el mar (1952), que pintó con 23 años cuando regresó de un viaje a Nueva Escocia.
En 1959 empezó a tener una presencia más regular en exposiciones internacionales, siendo en este mismo año cuando ganó el primer premio en la Premiere Biennale de París.
Por otro lado, la pintora mezclaba aguarrás diluido en la pintura que derramaba sobre el lienzo para que la tela se impregna en su totalidad, consiguiendo así una distancia del enfoque gestual y la retórica romántica características del expresionismo abstracto.
[7] Los trabajos de Frankenthaler eran visualmente muy diferentes entre ellos y había gran diversidad, pues no se dedicaba a producir temas “en serie”.